La respuesta fue integrar el exterior y el interior, generando un gran vacío al centro del edificio, en el cual se genere transparencia y diálogo visual entre los 22 niveles, una entrada de luz cenital que disminuyera el consumo de iluminación artificial, pero cuidando la ganancia de calor con un acristalamiento adecuado.

La propuesta contempla usos mixtos, de tal manera que las instalaciones puedan ser aprovechadas al máximo. La vivienda está ubicada en los últimos niveles.